Los padres de los juadores de fútbol base juegan un papel crucial dentro de la educación de sus hijos, ya que pueden despertar en ellos el interés por el deporte. Habitualmente los padres quieren que sus hijos practiquen un deporte, porque es beneficioso, tanto para su desarrollo físico, como para su desarrollo social.
Los niños que practican fútbol mejoran sus cualidades físicas básicas, su coordinación, su agilidad y gracias a los entrenamientos semanales están más en forma que otros niños sedentarios que pasan demasiadas horas delante de la televisión. Además gracias a un deporte colectivo como éste, los niños se integran en un grupo de personas con un interés común. No solo aprenden a relacionarse con todos los mienbros del equipo sino, que también aprenden a respetar una serie de normas que le vienen impuestas desde fuera.
Por último hay que decir que el fin principal de fútbol base es el aprender y divertirse, pasarlo bien con los compañeros, entrenadores y padres.
Pero no todos los padres tienen claros los principios educativos, realizando en ocasiones situaciones no demasiado ejemplares para sus hijos. Padres que insultan al árbitro, que hablan mal del entrenador o que increpan a mienbros del equipo contrario son hechos que suceden semana tras semana en el fútbol base.
A continuación me gustaría hacer referencia a una serie de pautas que debe seguir un padre en la práctica de deporte de su hijo, en este caso en el fútbol:
De esta forma, se conseguirá un fútbol base más educativo y los padres cumplirán con una de las misiones más importantes de su vida: la educación y formación de su hijo.
